- Tenga a mano papel y fibras de colores para desarrollar los mapas.
- Trace el centro del mapa y escriba en él: Ideas generales del Libro. Use la Corriente de Imágenes y enfoque su creatividad en ese punto. Desarrolle el mapa con total libertad, usando líneas, nodos, colores, dibujos, símbolos. Anote TODO: títulos posibles, ideas generales de argumento, personajes, líneas de acción, escenarios, etc. sin darle ninguna prioridad a nada, sólo dejando que fluyan las ideas y anotándolas en el mapa. Este primer mapa va a ser como una "cantera" de la cual vamos a sacar posteriormente puntos de partida para los otros mapas. Una vez finalizado lo analizamos y lo pulimos. Tengamos en cuenta que no es un trabajo definitivo, sino que puede ser ampliado y modificado permanentemente.
- Realizamos de igual forma el mapa mental de "Personajes". Ubicamos ese título en el centro del mapa y usamos la corriente de imágenes para crear nuestros personajes principales. También los podemos tomar de películas, series, etc. sin copiarlos exactamente igual, sino captando su esencia. De igual manera que el punto anterior, luego de pulirlo podemos ampliarlo y modificarlo la cantidad de veces que sea necesario.
- Aplicamos el procedimiento otra vez y hacemos el mapa mental de "Argumento" dónde iremos desarrollando las grandes líneas narrativas primero y en los nodos siguientes haremos las líneas de acción más detalladas. Tambien aquí podemos tomar las líneas básicas de películas, series, otras novelas, etc. sin copiarlos tal cual, sólo los puntos básicos.
- Nuestro mapa mental siguiente será el de "Escenarios" dónde anotaremos los lugares más importantes y sus características en dónde se desarrollará la acción narrativa del mapa anterior.
- Trabajamos sobre estos cuatro mapas mentales iniciales la cantidad de veces necesaria para pulirlos y cuando estamos conformes seguimos con el proceso.
- Ahora sí comienza un trabajo más ajustado. Hacemos el mapa mental de "Primer capítulo" y anotamos allí la estructura básica, combinando las ideas que surgieron de los mapas anteriores.
- De igual forma vamos trabajando todos los capítulos siguientes hasta terminar nuestra novela.
Este procedimiento evita la "parálisis de la hoja en blanco". Cuando la estructura de mapas está terminada, plasmarla en palabras es sólo cuestión de minutos. Al no tener que concentrarnos en la estructura básica, que ya está resuelta, entonces podemos abocarnos totalmente a elegir las palabras más certeras para crear nuestra obra.
Si bien el ejemplo que vimos está aplicado a la creación de una novela, el mismo modelo puede adaptarse a todo tipo de escritos: manuales, libros de texto, libros de autoayuda, informes, etc.
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